martes, 5 de febrero de 2013

El Pollo hoy no vino

Diego Alonso ya no quiere hablar de Okupas. Tampoco quiere ser simplemente el negro grandote con voz ronca y aspecto de marginal. Pero mucho menos un personaje de los clásicos que circulan por la fama. 
 
 
Lo analiza en los papeles que le dan a Facundo Arana, en cómo hizo Cárceles, en cómo Graña le copió una idea, en los egos en la tele y en el lobby de hacer bien su trabajo. Todas trompadas de un tipo que hace boxeo y que se pelea constantemente con la vida.


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